martes, 22 de diciembre de 2009

Merry Chritsmas, baby!

Que en palaveano sería algo así como:

¡Feliz Navidad, neeeno!
Recuerdo el frío clavándose contra mis huesos, la mesa llena de cosas dulces y duras, los viejos que mi padre no podía soportar cenasen solos en sus casa, mis abuelos, mi abuela Mamatín y su hambre canibal y senil que cada Navidad acababa en empacho; las ostras, las alcachofas rellenas, las botellas verdes de champán y... la mirilla esperando la fiesta de los plagos.

Ya lo conté más de una vez y hoy estoy poco  escritora, pero no puedo dedicar una entrada a la navidad sin recordad a los plagos y a  sus fiestas, las mejores fiestas del barrio.




(o neeena, asejún con quien te cruzases)