sábado, 27 de diciembre de 2008

jueves, 25 de diciembre de 2008

El vino en un barco...



Hay momentos en que mi corazón enmudece para no poner palabras al mostruo que acecha en alguna de mis esquinas más punzantes y jodidas.
He de reconocer que es por miedo al dolor, y que esta vez, a pesar de toda la racionalización del mundo sobre tus ochenta años y las leyes de la vida, se le ha dado por sangrar gotas espesas madrehija. Como aquella tortura de mayonesas que me obligabas a hacer contigo, mientras tú soltabas gota a gota el aceite sobre la limpísima yema de huevo y yo batía la cucharilla siempre con el mismo ritmo y en el mismo sentido.
cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli cli
Hasta el aburrimiento, cli cli cli. Y todo por creías que se le había antojado a tu marido, y él sin haber abierto la boca,como casi siempre. Pero como tú adivinabas sus deseos e incomodidades parabas el mundo para hacer mayonesa o lo que tú creyeses que le haría comer o sonreír. Parar el mundo, entregar tu vida y la de quien fuese porque tu había decidido que el ombligo del universo era tu marido.

Hoy me siento así: espesa, batida, mezclada entre la madre que soy desde hace tantos años y la hija que fuí durante tan poco tiempo.

Desde los quince años, e incluso antes, me siento madre de mi madre, así que ahora no debe extrañarme sentirme como si fuese a perder a un cachorrillo.
No eres uno de mis hijos, por ellos ya me hubiese vuelto loca, como tú por el tuyo, pero me dueles más como un ser al que llevo cuidando toda mi vida, que como alguien que me ha cuidado, aunque todavía recuerde que eras el único ser de la tierra que conseguía quitarme el miedo sólo acercando tu espalda la mía, en medio de cualquiera de mis pesadillas, de cualqueira de mis noches.


No puedo dejar que mi corazón me hable... demasiado dolor para mirarlo a los ojos y que tú no me lo notes...

También he de confesar, que después de agotar mi cupo de resistencia con mascarilla, me siento como una leona enjaulada, con todos sus miedos y rabias a flor de piel y eso enturbia muchísimo cualquier mirada.

Así que ... sigamos cantando.

Siento no haber encontrado a Conchita Piquer...pero esta versión de Ángela Molina te va a gustar mucho , te la enseñaré si conseguimos que vuelvas a casa.

- ¿ Pero qué has hecho hija?
- Ná...lo que me pedía el cuerpo

lunes, 15 de diciembre de 2008

Trabajando por un sueño



Cada nuevo disco titula con precisión exacta las épocas de mi vida.
No sé si dejaré el sueño, no se si tengo tanta energía... pero él titula mi vida siempre.

jueves, 11 de diciembre de 2008

“Hombre en la luna”




Si creíste que pusieron un hombre en la luna,
Si crees que no hay nada en mi manga,
entonces nada está bien.

jueves, 4 de diciembre de 2008

En una barca llevo una perla blanca...







En una barca llevo una perla blanca

y dicen las olas que es perla sin rey

que el corazón le arranca.

Soy almirante, en una barca errante

y a golpe de remo me nombro yo Rey,

yo seré un rey emigrante


Y allá cada cual con su ley que yo soy Rey por un día

Y allá cada cual con su ley que yo me debo a la mía

Y ahora soy un Monarca, mi reino está en mi barca

navega una Perla Blanca y su Rey

sobre el azul de los mares

El mismo azul de mis penas, el mismo que hay en mis venas

el mismo azul de mi techo,

el mismo azul de mi lecho


En una barca llevo una Perla Blanca al Edén.


Y allá cada cual con su ley que yo soy Rey por un día

Y allá cada cual con su ley que yo me debo a la mía


Desde el sur hasta el norte, de Oriente hasta Poniente

traslado mi Villa y Corte a la vez

bajo el temblor de los vientos


Claros los sentimientos que envuelven mi corona

bahía de otra persona que es

mi mascarón de proa.


El espíritu de mi tiempo, remanso en la tormenta

el único sol que calienta,

el único que cuenta.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Echaba de menos una música para cada entrada, pero sobre todo poder subir las mías y ...tachán , ya aprendí!





Esta pieza va por ti, mi maraghota, por ti mi hermano del alma, mi compañero de risas en los abismos desde donde lo aprendimos casi todo:
a reir o morir,
a florecer mientras nos deshojan,
e incluso a idealizar para no ahogarnos con la... (esto ponlo tú)
Nunca hemos salido idemnes de nada, pero sí erguidos y fabricando realidades que a otros se les antojaban juegos de niños tontos, y que para nosotros no eran más que tablones que nos libraban y libran de las arenas movedizas que crecían sin permiso bajo nuestros pies.
Para tí es esta música, para tí, y quien quiera saber de ti que se acerque a mí, que soy tu espejo más fiel y por ello tu mejor imagen.
Incluso tú deberías mirarte en mí y dejar que te infle como un pez globo.
Haré lo propio, mirarme en ti, y nos iremos juntos hasta los cuernos de la luna o hacia cualquier otro lugar que esté cerca de babia y tenga una reina coja, (que inculta soy, por dios, que no los sabía, ni que estaba en Babia ni que era coja) y será mítico el ataque de risa que nos dará mientas nos desinflamos como nenas al escuchar a Morrisey desaýunando diamantes

Ahoro escucho el violín que dejé colgado en el otoño y suena a hijo...me inflo, me inflo, me inflo.
Qué bien que enseguida llegas.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Jugueton por dentro, melancólico por fuera, ¿qué es? el otoño al revés.



Hoy sólo quiero colgar fotos, fotos de fuera a dentro.




Primero de lo que ocurre al otro lado de mis ventanas. Una alfombra, fabricada con la genorosidad del otoño, adorna crujiente los jardines de fuera y de dentro de mi, pero lo que me tiene fascinada este año es la increíble repigmentación de las hortensias. Llevaban siendo blancas desde que las planté y luego el otoño las marroneaba y convertía de puntilla hasta que allá por marzo, cuando las noches ya no pueden congelar sus yemas, las podaba y volvían a renacer, pero este año, con la primavera extraña que tuvimos los meses de septiembre y octubre, han resurgido del marrón a este color.





El olor a setas, a hojas todavía frescas, a eucalipto, pino y carballo, y la selva que crece en el porche, a punto de reventar en flor, me llaman cuando me tiró en el sofá.




De lo que ocurre dentro le pediré permiso a la maraghota entera de "maraghotaemedia".
o ...¿cuelgo un adelanto ya?



Casi que sí...un adelanto del colorido que este año llevará nuestro invierno...






De lo que ocurre dentro de los que estamos dentro...pues lo mismo que al otoño, parece ser que podemos deshojarnos y florecer al mismo tiempo.



miércoles, 12 de noviembre de 2008

Viviendo bien





Dejé a mi niño en el camino al cole, junto al más amigo de sus más amigos, arrastrando mochilas y saludando perros que esperan pacientes el momento de dormitar en las carreteras, en cuanto el sol caliente un poco el aslfalto y el trasiego de la hora escolar descienda , más todavía, el tráfico por la aldea.



Bajé a correos, aparqué delante de la puerta, con dos ruedas subidas a la acera, enfrente de una nube de cincuentonas con ropas oscuras que hablaban de pérdidas y desgracias. Con la mascarilla de pato blanco que me regaló mi peluquera, Araceli la bella, entré a dejar dos sobres y a comprar sellos, y aunque no llevaba llave tambíen recogí el montón de cartas y revistas que nos llegan al apartado. No cabían y la mujer que me atendió me dió también un montón que guardaba fuera, de eso hablábamos cuando entró otra mujer que me miró con curiosidad y poca discrección, tan poca que terminamos dirigiendo a ella a la conversación que derivó sobre la humedad del otoño que despega hasta sobres y sellos. Me despedí y salí a la calle, y fue entonces cuando de nuevo recordé porqué había pasando tantas tardes por Vilaxoán buscando un lugar donde plantar mi casa.



Una fugorneta de reparto esperaba a que yo sacase el coche de la acera para ponerse ella. Dentro, su conductor comía un bocadillo de jamón asado y queso, cuyo delicioso aroma a salsa traspasaba mi mascarilla llamándome: María, Mariaaaaa... e inundándome de unas deseos locos de abrirle la puerta, asaltarle y robarle el bocata, pero un miedo anafilácticopreventivo me devolvió a mi estado de mujer que prefiere estar viva a comer bocatas que no debe, y ese mantra que nace en mi cabeza ante deseos imposibles hizo su consolodara aparción: no puedes pero estás muy bien, no puedes pero estás muy bien, no puedes pero estás muy bien, así rezongaba mi cabeza cuando le oí decirme:
- Nena, vas salir, verdad?
- Sí, sí, salgo ahora mismo. - le contesto sonriendo todavía con la mascarilla puesta.



- E qué tés mociña, qué che pasa?, non teras esa enfermedad malísima da alergia química?



- Esa misma. - digo ya quitandome la mascarilla mientras tiro el montón de sobres sobre el asiento del copiloto de mi coche.



- Pois co guapiña que eres ter que tapa-la cara é unha pena. -dijo como si le hablase a una adolescente. - E dirás tí que son parvo por falrte así... xa sei que esa enfermedade e moi mala.


- ¿E como vou decir que é parvo por chamarme guapa? en todo caso teréille que dar as gracias.
Reímos los dos y me doy cuenta que las mujeres no nos quitan ojo.
- E tes que ir a todo-los sitios así?



Cuando me disponía a contestarle un coche que ni había visto, pero que parece ser llevaba un minuto detrás de la furgoneta le pegó un bocinazo.

Fué entonces cuando volví a sentir porqué elegi vivir en el monte, en la aldea, junto a un pueblo pequeño y una ciudad con los servicios necesarios para tenerlo todo, lo bueno de la civilización y de la aldea , sin apenas padecerlas.
Las mujeres que habían parado su conversación para atender a la nuestra comenzaron a increpar a la conductora:
-Qué prisa tes, carallo! caaaala un pouuuuuco, muller
- Onde cona terás que ir con tanta prisa?
- Acoúga, muller que hoxe non tes feira

-E que non se pode estar falando interrumpindo o tráfico. - contesto la mujer a sus vecinas.

- Non nos estreses co pito, ostia, ¿qué tes que facer tan importante?

- Ir as miñas cousas, o é que agora nos se pode nin orjanisar unha?


- As tuas cousas, as tuas cousas, por eso sempre estás estresada...si habías de estar coma nos... aquí ...preocupándonos do que lle pasa os viciños. ¡Mira!, esa moza ca que está falando Pedro... ten a enfermedade química, verdad rapaza?
e si non nos preocupamos uns dos outros a ver qué cristianos do carallo somos...
-Eso seguro que tes prisa para despois estar pejada a televisión mirando cousas que non te importan


Me reí, me reí con muchas ganas. Tantas , que las tipas no sabían bien que me pasaba. El de la furgoneta ya había bajado a sacudirse las migas del bocadillo y a mirar quien era la que protestaba, las mujeres estaban todas junto al coche de esta, y comenzaron a preguntarme. Tuve que volver a ponerme la mascarilla para acercarme a ellas: tuve que explicarles que ellas también eran "químicas" aunque no usen colonia; tuve que contarles todo ese rollo sobre entar o no entrar a los sitios, los productos que uso en casa y los que usan mis amigos, etc, etc.

-Así que vives en Faxilde ¿é cómo viñeches a dar equí?

- Porque andiven a empadronar por Vilaxoán o gustómume tanto que eu penso que namorei.


- E que os de Vilaxoán somos o melloriño, eh, temos as nosas cousas, pero onde esté un veciño...
o que pasa que hay pouca xente que nos sepa apreciar...

Me fuí cuando dos coches más se pusieron a la cola, no porque pitaran, no, si no porque me dio pereza volver a empezar a explicar porqué llevaba mi mascarilla de pato. No hizo falta, las mujeres se lo contaban a las recien llegadas mientras el de la furgoneta y yo apartábamos los coches.


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tan lila, tan malva...




Cuando entro en este blog, mi blog, a veces pienso que no es mío. Es que es tan lánguido, tan lila...



No tengo mucho tiempo para dedicarle, ni...muchas ganas, sólo cuando mi cuerpo se empecina en atarme a la cama, derrotada y rendida, tengo la disposición adecuada para arrojarme en estos brazos lilas. Porque menguada por el exceso de parir un alien mes tras mes, contracción tras contracción, agotada por el río escarlata que me deja exhausta, y revuelta por la cascada química que embrolla mi alma de descreída de dioses y salvadores responsables de mi felicidad, es cuando saltan por los aires todas las compuertas que me sujetan a mis creencias cada día. Compuertas fabricadas con tesón, ilusión sobre ilusión , y sueño tras sueño, y es entonces cuando me descubro a merced de mi propio arroyo y ese arroyo es que es tan malva, tan lila...


Ahora que busco mi propio lenguaje teatral, imaginando objetos con los que transmitir como transcurren las cosas dentro de mi, y que estos compogan un lenguaje estético armonioso con el que de verdad me sienta identificada, he encontrado que mis emociones y sentimientos además de tener color, olor, sabor y textura ahora tienen movimiento y cuerpo.
Necesito objetos, en vez de palabras, objetos con que derramar mis metáforas sobre el escenario.


La tristeza asumible: es líquida y lila, como siento yo mis lágrimas, discurre lenta, y sabe a pera blanquilla cocida.

La locura(la tristeza no asumible): es negra, redonda, dura, y brillante, como perlas negras saltando de los ojos contra el suelo ro. No tiene sabor por que es imposible llevársela a la boca.

La languidez: es lila también, pero no es líquida, es de pelo casi lacio y rostro nacarado, se adorna con delicadas puntillas, se arrastra en vez de caminar y si le pasas el dedo y luego lo chupas sabe al chantilli con almendras molidas.

La nostalgia: son hojas de otoño que van del ocre al granate, abriga como un edredón, se mueve como una mecedora o un serón, huele a abeto y deja regusto a limón.

La certeza: es el granizo deshaciendose sobre el verde de la hierba, sabe a lo mismo que sabe el hielo.

La esperanza: totalmente morada, con adornos verdes brillantes engarzados, como unos ojos, o unos cristales labrados por el mar, se desliza, con un tocado de camelias blancas y sabe a menta.

La ilusión: azul, con flecos de charlestón y una diadema morada rematada con plumas del mismo color. Suave, huele a lavanda natural, sabe a moras y baila de puta madre.

La alegria: tiene el color de los cohetes de colores estallando sobre el mar, de sus reflejos mezclados y bailones, pero si la tocas no moja. Es de luz y sabe a helado de macedonia.

La generosidad: es mullida como la lana de las ovejas, blanca impoluta como la nieve de montaña, y sabe a bomba de nata.

La sabiduría: es la hiedra que se enreda en el carballo, el musgo que crece en el tronco, y el que nace en la piedra. Sabe a caldo gallego.

Tengo más ...pero a lo que iba es que al entrar aquí me veo demasiado lila, creo que este blog es esa parte mía a la que me cuesta tanto acceder en el transcurrir de mis días, precisamente para defenderme de lo malva y lo lila. Es que aveces me da el vértigo pensando en volverme de un solo color...

martes, 4 de noviembre de 2008

No puedo resistirme: va de cronopios y de famas...




PENSAMIENTOS PRESTADOS POR JULIO CORTAZAR Y ANNE GUEDDES


Bebés cronopio


"Entonces las esperanzas se arrojaron sobre el fama y lo lastimaron. Lo dejaron caído al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en su sangre y su tristeza. Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos verdes y húmedos. Rodearon al fama y lo compadecían diciéndole así:

-Cronopio cronopio cronopio.
Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga."










cronopio y flor

"Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: «Es como una flor».


Recuerdos en conservas


"Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma:luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempres de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio"



Los viajes

"Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades. Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas".
Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios. Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan."

lunes, 3 de noviembre de 2008

Para el coleccionista de faros y adivinanzas.


Este casi no se ve, pero ya te conté en tu blog que yo andaba por sus acantilados, facil...


El blanco y el rojo aún son muy fáciles, pero tan hermosos...que los tuve que poner. Creo que son novios, o hermanos, o amigos, algo así, porque viven juntos. Bueno a lo mejor sólo son vecinos y yo montándoles un idilio.



,










Pero la última foto no te la voy a poner tan facil. ..espero...La última la hice yo regresando de Gijón el otoño pasado. Fuí en la fungona de mi jefe y a la vuelta lo encontré, tiene nombre de otro lugar gallego muy famoso por sus fiestas de... borrachos.
Ya sé que no es buena pista pero...te daré más si... no lo adivinas a la primera y me dejas con la boca abierta de tanta sabiduria tuya y tanta ignorancia mía.
Sigo salpicada por las palabras de sal de tu hermoso blog.
Me voy a dormir

domingo, 2 de noviembre de 2008

gamberros anónimos


Contra la nada, la muerte, lo mejor es sentir los placeres de la vida.
Hoy he disfrutado de casi todos placeres de la carne, digo de casi todos, por dejar abierta una ventana a la ambiguedad y no ser demasiado explícita, ni para bien, ni para mal, pero me ha ido bien: buen despertar, buen desayuno, buena vuelta a la cama, buen, buen, buen, todo muy bueno.

Hace un rato terminé de cocinar , ese acto amoroso y voluptuoso, en el que olores, sabores y texturas muy diversas llenan las mañanas de mis domingos y las neveras de mis hijos.
Mi madre ha salido cara a Santiago al rescate de su nieto pequeño, invitada a comer por el mediano, con la asignación semanal para éste: los tarros de crema de espinacas, el puré de verduras, la lasaña de calabacín y queso y las delicias de pollo . Mi hijo mayor está haciendo no sé que rollo para una unidad didáctica que me llevan pidiendo hasta mi verguenza y que mi jefe no da terminado.Su novia está en la ducha, y mi compañero, ese hombre que inexplicablemente se empeña en vivir conmigo, y en querer envejecer a mi vera, (a mí ahora, desde que soy sensible química, me asusta la vejez) monta una estanteria que le ha robado al hijo mediano para guardar sus cosas en el despacho.
Desde el jueves, que se me ha dado por recoger y cambiar cosas en la casa, se ha puesto de lo más hacendosa, y da gusto con él. Nuestra casa casi parece mía y no de ellos...
Un lujo para mi cerebro autista y disléxico, un descanso para mis sentidos.

Ahora me iré a la bañera, y comeré cuando me salga de las pelotas, me daré una burbujada feliz con olor a rosas. Homenajearé a Paco de mis arreboles, ya que hoy hace dos años ya que se ha ido, y le encantaba bañarse los domingos con el periódico y el café en la bañera, como a mí, sólo que yo llevo libro y leche de castañas. Retomaré aquel libro de no se qué escritor chileno que tiene un número cómo título y que es un novelón del copón, y mientras aclaro mi pelo me dispersaré viviendo aquel chiste que contaba del cura al que le tiraban de los cojones. No me acuerdo como era, imposible saber el argumento, pero sí me acuerdo de Paco, en Panxón, levántodose de la mesa gritanto como un loco, imitando al pobre cura y su dolor inhumano, cada vez que lo contaba, y a todos nosotros muriéndonos de risa.
Ya sé que a mí no me hace falta nada para sentirme gamberra pero hay personas que me insipiran, que me suscitan y Paco es una de ellas. Tengo más, claro...una lista de verdaderos exquisitos en este arte. No doy nombres que luego me reñís, pero menuda banda.
El caso es que he descubierto que un vecino, amigo de unos amigos, también es gamberro...

este corto es suyo. A ver si lo sé linkar, si no lo intento más tarde que total...los que entráis por aquí (tres) os vais a enterar igual...porque os lo pienso contar.

Z
Presentado por: xabiermarques
Director: Xabier Marqués Solla
Temática: Visións nosas / visións alleas
Categoría: ficción
Data: 6/9/2008
Sinopse: No ano 2009, tras unha inspeccción rutinaria nos arquivos de casos inexplicados, o servicio segredo galego:GaliCIA, descobre un vídeo que demostra con total certea quen é realmente equen dirixe a máis famosa empresa téxtil galega. Ollo, a realidade pode resultarvos insoportable

Me lo he pensado mejor, me voy a comer con dos de mis chicos mis alitas de pollo, mis peras asadas y mis castañas cocidas. La bañera la dejó para fabricarme una tarde de burbujas, perfumes y sales, cuando baje del sofá.

sábado, 1 de noviembre de 2008

SU PRIMERA CAJA


Tenía siete años y mucho sueño. Acababa de cenar un tazón de leche templada y azucarada bien llenito de castañas cocidas con nébeda. De su vientre ascendía un dulce sopor que acariciaba cada una de sus fibras como una brisa. La nube caliente y amorosa que desciende desde el techo, ( cualquier techo, esté donde ella esté) inundando su cerebro de brumas como la niebla inunda al mar, difuminaba ya las luces de sus pensamientos conscientes justo cuando vio aquella caja: su primera caja.
Era blanca por fuera, con rayas que dibujaban relieves a modo de onzas de chocolate. Una caja sin tapa con el interior de papel plata.
No supo que era aquello que veía, ni tuvo miedo por haberlo visto, pero una pesadum bre extraña secuestró esa noche su tranquilidad. Era un frío y desapacible treinta y uno de octubre de cristales golpeados por ráfagas de viento cuando la niña, achacando su malestar a la inclemencia climatológica, se durmió creyendo que aquella desazón sin nombre le nacía del mal tiempo que batía contra su ventana...


Hoy en día ya no sabe si todo lo ocurrido fue el día de todos los santos o el día de difuntos, pero su cuerpo, año tras año, hasta que pasan esas fechas, se vuelve loco.


Sí sabe que regresaba del cementerio con su madre cuando Berta, una vecina, las recibió delante de su casa portando unos platos hondos de cristal envueltos por un paño de algodón de cuadros amarillos y blancos. Buscaba a la madre de la niña para asar unas manzanas para Miguel Ángel, su hijo mediano, que tenía veinte meses y estaba un poco mal de la barriga. También llevaba una tableta de chocolate blanco “Elgorriaga” que él le iba pidiendo sin parar.
Miguel Ángel era un Pepito, como su muñeco, rubio de piel dorada y brillantes ojos verdes, que siempre que te acercabas a él te pedía una onza de chocolate.
- Una sola - decía levantando su dedito del mismo modo que lo hacía para mostrar el año que tenía.
-Vengo de vuestra casa, tu suegra me asó las manzanas. - dijo Berta
- ¿Mi suegra? ¡Increíble!
- Pues sí, me dijo: “Trae que te las asó yo” - y las metió en la nevera, pobrecilla, pero yo le dije: “Mamatín ese no es el horno, es éste”, y ya lo hizo bien. Pero no te preocupes, que dejé todo apagado y tu marido, antes de salir, dejó la puerta de la cocina cerrada con el candado.
- ¿Estaba mi marido en casa? ¿Pero qué hora es? - ¡Dios mío que tarde se nos hizo en el cementerio! - dijo la madre de la niña sin nisquiera esperar a saber la hora.


El barrio estaba casi vacío, la mayoría de la gente sentada tras las ventanas de sus cocinas, ya comían. El marido de Berta las saludaba sonriente, acabándose el café asomado a la ventana del bajo en el que vivían. Algunos niños iban y venían de algún recado de última hora con sus collares de castañas cocidas colgando del cuello. Las hojas secas y livianas del enorme plátano plantado frente al kiosco del Señor Pedro danzaban, arremolinadas por el viendo, un baile de otoño sin lluvia. La niña dejó de jugar con ellas y subió a la acera con Miguel Ángel y las mamás
porque, en ese momento, llegó el camión de las gaseosas. Las botellas de cristal rellenas de líquidos de color naranja y limón le fascinaban. El camión pasó ante ella como una cortina de burbujas sabrosas y alegres en las que nada podía presagiar la gran desgracia, sin embargo ella sintió un gran escalofrío.

Las mujeres hablaron un rato sobre cacas blandas, manzanas asadas, arroz y chocolate. El camión dio marcha atrás mientras Berta y la niña sujetaban a Miguel Ángel cada una por una muñeca, ya que sus preciosas manos sujetaban cochecitos de juguete.
Se le cayó un coche a la calle, pegadito a la acera. Su madre creyó que lo tenía sujeto la niña, la niña creyó que era la madre la que lo sujetaba, y el camionero no creyó nada, porque justo antes de empezar la maniobra en su retrovisor podía verse clarísimamente el reflejo del precioso angelito sobre la acera sujeto por dos mujeres.


Esta visión es un bucle instalado en la cabeza de la niña , un bucle de desaceleración y aceleración con un ritmo preciso y constante.

Do-ble- rue-da- tra-se-ra- de- ca-mi-ón- pa-san-do por en-ci-ma de bebé.
Dobleruedatraseradecamiónpasandoporencimadebebé.


La niña lo vio todo. Vio al niño tirado boca abajo, al camión pasando sobre él. Lo vio todo.


Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos.
También vio a ésta cuando lo cogió y mirando a su vecina gritó: ¡dios mío, se ensució!
La niña no entendía nada, ¿Qué más daría que se manchase la ropa, que se ensuciase? ¿qué podía importar eso? Era la única pregunta que podía hacerse. Lo preguntó tantas veces que su madre acabó por explicarle que no es que se ensuciase la ropa por fuera…sin no que…el camión...(treinta y nueve años he necesitado para poder escribir esto) había vaciado todo lo que el niño tenía en su vientre. TODO.


Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos.
El camionero lloraba mirando las ruedas traseras y la acera, mientras el padre del niño salía de casa a todo correr y metía al bebé y a su mujer en un coche en el que llegar cuanto antes al hospital.
Cuando se fueron Berta y su marido todo el barrio consolaba al camionero que milagrosamente, creía la niña, sabía el nombre del bebé, ya que no paraba de llorar diciendo: angelito, angelito, angelito, pobre angelito, maté a un angelito.


Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos.
Todo ocurrió a cámara lenta y en blanco y negro, y a la niña no le extrañó porque en mil novecientos sesenta y nueve así se veían las cosas en la tele. Ni le extrañó que su corazón saliese del pecho y latiese en sus sienes, ni que las voces estuviesen tan alejadas de sus oídos que la hicieran sentir enlatada como una sardina. Ni le extrañó el sudor frío, ni la cortina de puntos negros que se ponía en sus ojos cuando volvía a ver una y otra vez la tez pálida del bebé llamando a su madre.


Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos, pálido como un difunto.
Sí le extrañó que las niñas más mayores del grupo 14 fuesen a cuidarla y a proponerles rezos y rosarios mientras ella temblaba un frío desconocido, tumbada y tapada con tres mantas en el sofá de su casa. También le extrañó que su padre se tomase la tarde libre y la llevase al campo de Pena a volar una cometa, y le preguntase con el mismo tono que hablaría a un adulto cómo estaba.
- Dime cómo estás
- Estoy bien, sólo tengo frío. No me pasa nada, a mí no, pero no puedo dejar de pensar en Berta y su marido.
- Ya te pasará…

Un "Lo siento mucho, mucho, mucho" salió de los labios de su padre a besos sobre su frente.




Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos, pálido como un difunto.
No sintió nada, ni cuando murió y todos los niños del barrio fueron a verlo en su caja blanco chocolate, ni cuando lo enterraron y no la dejaron ir al entierro.
Ella explicaba, a cualquiera que le preguntase, que sabía que aquello todo era muy triste pero que ella no sentía NADA. Sabía que era una pena muy grande, pero esa pena no estaba dentro de ella, estaba fuera, en la madre de Miguel Ángel, en su padre,en el pobre camionero.

Dentro de ella sólo había invierno, invierno frío y seco con rachas de viento que la hacían temblar. Tampoco sintió nada cuando Maria del Mar, la hija puta más grande y de menor edad que conoció en toda su vida, se acercó a decirle que si sentía culpable por haber soltado al niño que no lo sintiese, que la única responsable era su madre, la loca esa de la minifalda y las botas de charol, ella tenía toda la culpa porque de ella era la obligación de cuidar al bebé y no andar con esas pintas.

Fue le primera vez en su vida que se quedó con una mata enorme de pelos rubios entre sus dedos y sintió que hacer llorar de dolor, a alquien que quiere provocarlo con la peor de las maldades, alivia la tensión muscular, ya que se libró de la torticolis con la que llevaba desde el fatídico día.




Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos, pálido como un difunto, convertido en todos los bebés del mundo.
Tardó meses en comprobar que ya no podía bajarse en aquella parada del autobús donde era obligatorio cruzar la carretera.
Que no podía dejar de coger en brazos a ningún niño del barrio que estuviese al borde de cualquier acera.
Sus ojos y sus labios se poblaron de tics, su intestino se hizo irritable y su estómago se llenó de nervios, según dijeron los médicos de todo aquello que le estaba sucediendo. Pero nadie supo contarle que un gran miedo se había apoderado de ella y que una herida sangrante y eterna la acompañaría cada primero de noviembre para el resto de sus días.


Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos, pálido como un difunto, convertido en todos los bebés del mundo a los que ella no podría salvar.
A los siete años había perdido la inocencia y realizado un montón de descubrimentos.
Descubrió que los niños también mueren y que una milésima de segundo es suficiente para quitarte o cambiarte la vida, y si eres madre para volverte loca.
Descubrió que un fallo, un descuido como aquel, en el que ni una ni otra sujetaron a un niño, hizo que éste dejase de existir, y con él su tacto de terciopelo, sus rizos de muñeco, su dedito de un año, su olor a bebé, sus risas y sus llantos, sus mejillas, sus miradas, sus argollitas, su barriga cosquillera...
Descubrió que no se podía rebobinar, por más que lo intentara, como tantas otras veces lo había intentado con su caleidoscopio.
Descubrió que el mundo se descoloca sólo y ella no podía volverlo a colocar.
Esos descubrimientos se contó a si misma, ante los tres espejos de la coqueta de su abuela, una mañana en que tampoco sentía nada dentro de ella, pero en la que no podía parar de vomitar mientras el resto de los niños jugaban y reían por los patios con sus collares de castañas, fue entonces, intentando leer la verdad en los espejos, cuando sintió que de sus secos lagrimales llovía sangre.


Doble rueda trasera de camión pasando por encima de bebé extendiendo sus bracitos y llamando a su mamá entre sollozos, pálido como un difunto, convertido en todos los bebés del mundo a los que ella no podría salvar.

Creció intentando conjurar con precauciones mágicas la mala suerte, atando el miedo con cordeles de superstición, herida hasta lo indecible, muerta de miedo y sin poder expresarlo. Tardó años en comprobar que esa había sido su primera caja, pero sobre todo tardó años en poder contarle esto a alguien ,y el día que lo hizo, once años después, creyendo que no le pasaba nada, se desmayó

viernes, 31 de octubre de 2008

Su Caleidoscopio:


Con tacto de cuero viejo y entrañas de brillante cristal multicolor, era el aparato que fabricaba mundos a su medida y que labró en su cerebro de niña el camino que habían de seguir sus sueños de dormida.

Las tediosas horas de invierno, en las que el traqueteo de la máquina de coser de su madre flotaba por la casa aburriendo hasta a los relojes, se desvanecían en cuanto ella ponía el caleidoscopio en su ojo izquierdo.

Universos cambiando del granate al verde, y del verde al ámbar, la seducían hasta el punto de querer compartir cada una de esas composiciones con su madre o con su abuela.
El cristal granate aún hoy en día le parece la joya más hermosa por la emoción que le evoca, pero fue el cristal transparente e incoloro él qué más llegó a fascinarla, ya que descubrió que él era el que lograba atrapar objetos de la vida real y meterlos en su artefacto mágico.
Los dibujos de un jarrón chino, el dorado remate de una sopera de porcelana, el vestido de una muñeca, o la tela de un paraguas, acaban fragmentándose y agrupándose con tanta belleza, que ella dedujo que lo que en realidad estaba viendo eran almas de poetas, de artistas, de seres sensibles cuyas almas se habían roto con la guerra. Su abuelo le había dicho que en el tiempo de los generales las almas de muchos poetas se habían roto como el cristal.

Las horas fabricando mundos caleidoscópicos la hacía sentir un poder casi divino. Según moviese la mano, podía ser hacia un lado u hacia otro, o simplemente con una ligerísima sacudida, pero un mundo desaparecía y otro, tanto o más hermoso, aparecía ante sus anhelantes ojos de niña de siete años que jamás conoció el aburrimiento. A veces le gustaba tanto uno de aquellos universos que transcurrían eternidades infantiles y ella seguía con su diminuta y regordeta mano totalmente quieta hasta el llanto, cuando no conseguía mantener la inmovididad, y se rendía ante la necesidad de cambiar de postura.
Soñaba con un aparato que reproduciría lo que veía su ojo izquierdo y que lo proyectaría a su alrededor por techos y paredes para que todos pudiesen verlo como ella. Necesitaba compartir aquella belleza que había creado de modo casual pero a fuerza de mucha experimentación y tesón. También soñaba que se hacía tan pequeña, cosa que le resultaba más fácil y creíble, que cabía dentro de su caleidoscopio y que allí, en ese lugar, donde la belleza y los cambios se darían casi a su antojo, construiría su vida.
Sabía que a veces sus movimientos para cambiar de escenarios le harían saborear la tristeza por la belleza perdida, pero otro salto de los suyos, u otra sacudida de nuevo la enamoraría de otro universo de cristal, y volvería a sentirse envuelta por otra alma rota de poeta que el azar y ella habían logrado reconstruir. Y lo sabía por tantos y tantos intentos en los que nunca consiguió, por más que lo intentó, colocarlo todo como antes del último movimiento, del último golpe…

De niña, cuando una vez consiguió abrirlo y ver como era por dentro, llegó a pensar que en su cabeza también había espejos donde rebotaban pensamientos y visiones, cómo los cristales de colores lo hacían en él. Y es que hay un momento en sus viajes hacia el sueño, justo antes de perder la consciencia, en que si por un sobresalto la vuelve a recuperar, ve con toda claridad las imágenes caleidoscópicas que nacen en ella antes de sus sueños de dormida. También, en ese momento, aveces, se le aparecen algunas cajas de muertos que pretenden que juegue a las adivinanzas con ellas.

El caleidoscopio se instaló en su cerebro sin darse cuenta, pues su mente fragmenta y compone imágenes del mismo modo que el artefacto: los cristales de color se los regala la memoria cargada de emoción y de experiencia, el cristal transparente atrapa el presente y …a veces, sólo algunas veces…el futuro. Pero esto lo dejaré para la siguiente entrada

martes, 21 de octubre de 2008

Para ti, mi hermano, mi amigo, mi onza de chocholate: Agua de otoño


Para que luego no digas que sabe dios a quien le escribo, que si nombro a Alberto, que si se lo decido a Fernando, que si sabe dios a quien le escribo, cuando es para ti y como mucho para un molino...
Ya ves don quijote se peleaba con ellos y yo...yo les escribo cartas de amor, como a ti, aunque no te enteres.

Llueve, como un llanto sabido , esperado, pero llanto.
Llueve sobre las hojas de los carballos, de los pinos, de las moreras.
Llueve otoño.

A los leilandis les han florecido diamantes de tela de araña.
Los conejos sentados en plan zen, erguidos, tranquilos, primero de un lado y luego de otro, dejan que la lluvia los lave.
La ardilla que hace círculos perfectos en mi ropa, roe y lanza las piñas, avisándome que ni se me ocurra acercarme a ella. Hoy rechazó la manzana y las galletas.
La lagartija que vive en las placas solares se ha colado ya por la ventana de Antón, a pesar de que la habitación esté habitada por tres corredores de formula 1, que gritan como si fuesen el público, y tropecientos cochecitos de esos de cincuenta por diez euros, o algo así.
El petirojo que vive fuera de la jaula del porche, sólo asoma el pico por entre las ramas selváticas de la plantas que llenan febrero de blanco y morado enamorado.
Las escalas de un violinista sufriente de clásico bajan por las escaleras lentas y espesas, como la misma lluvia.
Suena el telefóno con palabras que preguntan cuánto tarda en cocerse un huevo, palabras sin lluvia, pero con sabor a mimos de otoño y noches de infancia.
Llueve obligándonos a todos a refugiarnos, a guardarnos, a cuidar, y a cuidarnos.
Bendita lluvia desde mi casa, maldita lluvia desde la salida del trabajo a casa. Hoy llueve casi vertical, sin arreboles de viento ni sobresaltos. Arrebol, esa palabra me recuerda a Paco...allá donde esté.

LLueve también dentro de mi correo.
LLueven penas que no son mías pero que duelen.
LLueven palabras de hundimientos y humedades del alma. De enojos, de desencuentros, de tristezas, de lucha con uno mismo y con sus propios sentimientos. Llueve en feminino y en masculino.
LLueve sobre mis ganas. Ganas de agua caliente, de edredones y castañas con chocolate, o mejor: de castañas con...tigo, que el chocolate de cacao me late mal en el cuerpo.

LLueve y la casa parece querer leña y yo sopa: contra muslo de pollo sin piel, un poco de apio, una rodajita de calabaza, unos gramos de sal y lluvia de espelta. Lloverá espelta sobre mi estómago, calentando el centro de mis tempestades, de mis huracanes, de mis calma. Quiero aprovechar estas ganas de calor y recogimiento. Quiero sentarme a vaguear, hoy que al fin he acabado con las hojas de este otoño que es puro excell y sentir que no me siento encerrada, atrapada, aunque mis pensamientos estén construidos sobre una quimera.
Llueve y al fin puedo entrar aquí a contarlo.

Ayer era primavera y mañana volverá a serlo, pero hoy es agua de otoño. Agua que no nos ha dejado ir a las caldas, pero que me ha traído el sabor del otoño, de la melancolía, de lo vivido, de lo hallado, de lo perdido, de lo deseado, de lo acabado, de lo soñado, de ... lo hermoso que es estar vivo.

El cielo va del rojo al lila por mi otra orilla... Quizás mañana podamos escaparnos al paraíso sulfuroso y caliente, pero si no...que llueva sobre los carballos, que yo no haré ninguna rima obscena, porque para mi los carballos son... mi hogar, mi casa.
Esperaré a que el cielo escampe, también a que mi cuerpo me de tregua e iré a por ti, o te pediré que vengas. Besos de patakiña.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Esa música me transporta







Sin ti no soy nada...


De amor y desamor




"Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.


Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.


Hasta te creo dueña del universo.


Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,


avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.




Quiero hacer contigo

lo que la primavera hace con los cerezos..."



- Pablo Neruda -







Pero sólo eran eso: palabras de poeta enamorado....
y una certeza intempestiva se cruzó entre ella y sus deseos, y al fin entendió que en el amor, como en todo, manda la "climatología".
El fruto maduro de su cerezo había quedado atrapado por el hielo de un invierno nacido a destiempo.


"Cuando las flores tenían que haber preñado sus ramas de pétalos,

Cuando los pájaros tendrían que haber construido sus nidos sobre su ondulado pelo.

Cuando la única luz posible, verde y ambar, tendría que haber nacido en sus miradas.
Cuando el susurro del bosque cesaría para llenarse de te amos, y reinas y lacayos del universo.

Cuando la lluvia tendría que haber caído sobre su piel cubriéndola con su traje de besos...

Entonces comenzó a helar súbita, e implacablemente".




- El desamor siempre nace a destiempo del ser abandonado, pero hasta las cerezas heladas son hermosas. -se dijo, sumergiéndolas en su chupito de ron, justo antes de disponerse a besar otra boca.

- Al fin puedo decirle adiós al poeta enamorado - suspiró mientras cerraba los ojos y el engaño de un viento primaveral recorría sus inviernos.

Para Fernando


Para que te sientas en casa, en tu ría, con las "fungonas" dispuestas para la salida.
El mar es tuyo, la arena y los pinos son mios. Así nos va de bien.
Una imagen vale más que todas las palabras del mundo, pero ellas son mi mar, y yo navego sobre ellas escuchando cantos de sirenos que me impiden marchar. Pero hoy, ya antes de leerte, me habían entrado unas ganas locas de colgar algunas imagenes con muy pocas palabras. Así que te las dedico.
Esta foto es preciosa, espero que no me riña tu amigo.
Besos en el cuore.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Paraísos perdidos y hallados pero, que sea contigo.

Escondido te quiero.

Difuminado en la luz del otoño que te baña, aguardando a que yo pueda.

¡Y que nadie entre en ti jamás, como yo lo he hecho! ¿O quizás si...?

Creo que sí, porque sólo puedo desearte lo mejor...aunque sólo seas un molino.

Acabo de dejar una reseña de excelencias, y , mientras lo hacía, mis recuerdos se volvían verde cristal ojos de Alberto, marcando el camino al dibujo de aquella cara de circunstancias y espera de fontanero... y de risas. De pronto volvió a surgir entera la conversación aquella, de la que yo tanto sabía: flechazos, niños a los 23 años, parejas que a veces, cuando sale el sol y tú quieres selva y el otro no, llegan a confundirse con manuales de pedagogía...a parte de con culos quietos...que te frenan, porque tú te empeñas en disfrutar con ellos y de ellos.
¿Y esas ganas de comerte el mundo junto a tu amor...mientras tu amor prefiere comer galletas y libros en el sofá de tu casa? ¿qué puedes hacer con ellas? ¿Y esos golpes contra las paredes de la vida de pareja? ¡Qué pereza ser tan joven! - pensé...

También me invadió el murmullo de la transparencia húmeda del agua, bajando junto a la casa en forma de pequeño río, o como diría la gran poetisa: regato pequeno, fabricando un envoltorio de tranquilidad impagable. Resplandeció en mi mente el sabor de la intriga de José Carlos Somoza y el espesor de la realidad onírica de Millás. Aparcados durante meses, esperando la hierba y el agua, en el lugar preciso donde la única cobertura existente es la que el otoño regala a la tierra con su edredón de hojas.
Volví a sentir que estaba allí, sentada, libro en mano. Viendo las carreras y el disfrute de mi niño trotando por la hierba tras su blanco conejo, o intentando pescar imágenes, de todo aquello que él considera hermoso y fascinante, llenando mi cámara de helechos, agua, flores y cielos rotos por las ramas de los árboles o las nubes.
Me gusta como mira este niño hacia el mundo...

La fashion decoración, tan inspiradora de delicathessen para mis chicos, me llevó a los colores de la mesa: amarillo revuelto de boleto recién cogido; verde crema de espinacas y puerro con camembert; Blanca crema de queso azul , sobre rojísimo tomate del vecino...
Y en ésto estaba cuando llegué al postre del día 21. Yo tenía compota de pera, y vosotros arroz con leche, pero tú dijiste que no valía, que en el 23 aniversario de una boda eso no servía, y me pediste que me subiera a la mesa y te diera tu postre.

Si tu fueses un novio, un marido, o un amante, esto sonaría muy, muy, porno. Porque si alguien a quien yo amo me pidiese el postre como lo hiciste tú...descubrirías porque sólo quedaban tres bombillas en aquella pedacho lámpara.
Pero no, tú me pediste lo mejor que me puede pedir un amigo al que llevo queriendo desde hace ...¡¡¡¿33 años?!!! Me pediste lo mejor que nadie me puede pedir: que me vuelva loca, que tire a la basura toda la compostura(que apenas poseeo, es verdad) y que disfrute del amor que me tengo y te tengo y de la locura que me gusta sentir. Y yo...yo no puedo negarme, siempre que tú seas el instigador y el público, claro.

No sé si sabes lo que siento a tu lado, pero es que ya lo dicen hasta las abuelas: es que un amigo es un tesoro, aunque a mi me guste más decir que un amigo es como un sofá...lleno de cojines blanditos y rincones secretos.
En esta foto sólo se intuye cuánto me gusta estar a tu lado.
¡Quiero más!





"Mama comprame unas botas, que las tengo rotas, de tanto bailar..."

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Algo le pasa al blog


No me deja corregir mis fallos de escribir a toda prisa...

Necesito escribir en medio de lo que sea, en medio del calendario del siguiente semestre, de la contabilidad, de la búsqueda y captura de resguardos bancarios del 2006 para la puta subvención, y del montón de llamadas de programadores y novias. Necesito escribir mientras me llaman mis amigas, mientras mis socios de sueños me cuentan como les ha ido el día y mi amigohermana busca casas donde escapar juntos. Y lo hago, y lo subo y luego lo quiero corregir...y este capullo de blog no me deja. Siete intentos antes de cenar , pues que te den blog, que me piro al río.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Va por ti


Yo tenía 33 años rubios, de bote y sol , y flacos, de inclemencias afectivas, y tú, como mucho, andabas por los veinte. Me había fijado en ti porque siempre te dejabas ver y porque tenías un aire a chico guapo de mi barrio... o eso creía.


Me habías visto llegar, día tras día, aparcando con mi estilo de montaaceras a la que su adicción a la música de Bruce se le escapa por la ventanilla, delante del único bar del paseo marítimo.

Me habías visto sonreír y hablar con casi todos tus vecinos, incluída tu madre. Habías estampado tu firma en el documento, después de que tu madre te sacáse de la cama a las dos de la tarde del día anterior, y te riñese por hacerme esperar, sabiendo que necesitaba tu firma para acabar mi trabajo en tu casa.

Te habías fijado en mí , y yo también me había fijado en ti. En tu andar chulesco, en tus camisetas sin mangas, en tu moreno de batea, y en como te sentabas a tocar la guitarra orientando la silla para verme por donde yo pasaba. Claro que me había fijado en ti. cómo no hacerlo si estabas en todas partes. Mira que chaval más majo - pensé. Tiene aire de palaveano. Pero tu casa es azul y blanca, y tu calle huele a sal, y tu piel lleva la huella del mar, y eso no era tan común en mi barrio.

Eran las tres de la tarde, a pleno sol de un mayo de 37 grados. Estrenaba piso , miedos e ilusiones de nueva soltera. Llevaba caminando desde las doce, rechazando las insistentes y amabilísimas invitaciones de tus vecinos, para comer y tomar café, porque quería acabar la jornada pronto. Había a ceptado el agua fresquita de los pozos, pero ya llevaba más de una hora sin beber. Pasé por delante de tu puerta y estabas sentado a la sombra. Comenzaste a beber del botijo sin apartar de mí tu mirada, y yo seguí calle abajo hasta el único bar del paseo. Entré directa a la barra y pedí una botella de agua, una cocacola y una cerveza.

El chavalito del bar me sirvió el agua y me dijo que me pondría el resto de las bebidas cuando llegasen mis acompañantes para que no se calentasen...Le dije que me las pusiese ya, y por el órden en que se las había pedido. Me bebí el agua de golpe, la cocacola casí sin pestañear, pero saboreando toda el azúcar que mi cuerpo necesitaba, y dejé la cerveza para el final , para paladearla bajo la sombra de parra del patio de atrás mientras me comía las tres tapas que el joven camarero no se había atrevido a ponerme y que yo le requerí. Insuperables mejillones en salsa estilo vilaxoan, tortilla de patata y guiso de macarrones con carne. Ya veo que no tienes miedo a engordar, me dijo, y le conteste que caminando cinco horas al día bajo el sol, eso era imposible.

Cuando entraste miraste las botellas sobre la mesa y la colorida fila de manjares que me estaba zampando y comenzaste a escrutar todo el local a ver donde estaban los otros bebedores. No había, rápidamente se encargó de contártelo tu amigo desde el otro lado de la barra.

Os miré como perdonándoos la vida por vuestra inexperiencia. Me preguntaste sí seguía teniendo sed, y yo te contesté que ya no. El camarero me dijo que nunca había visto a nadie beber como yo lo hacía. Le dije que yo tampoco, pero qué cuándo se había visto un 7 de mayo de tanto calor. Quizás los haya, pero yo nunca había salido a trabajar a esas horas caminando de casa en casa.
Fumé un par de cigarrillos y eché un vistazo a los periódicos. Mientras fuí al baño, tú ya habías desaparecido. Volví a colcarme la mochila a la espalda, cogí la carpeta y el boli, me puse mi sombrero de paja y seguí la ronda hasta las 16.30. Ahora me tocaba recoger impresos firmados por detrás de tu casa. Estaba hablando con una de tus vecinas cuando te ví subido a la silla, con la guitarra colgada de la espalda y medio cuerpo metido por la ventana de la que supuse tu habitación, y entonces ...entonces me hiciste aquel regalo.

No Surrender (luego fueron más) sonó a todo volumen. Tú te sentaste, apoyaste los pies sobre el muro que delimita tu tierra con el camino que yo seguía, y levantaste tu mano haciéndome los honores. Tu gesto de "va por ti", me hizo sentir la mujer más afortunada de la tierra.
Eran sus camisetas, eran sus brazos, era su mandíbula, era su manera de caminar, eras un Plago del grupo 14, eras Bruce. También eras yo, si hubiese nacido niño en Vilaxoán y aún tuviese no más de 20 años .


Hoy pasé por delante de tu casa, te recordé y te imaginé con 10 años más y en mi mente nació esta foto. Va por ti.

lunes, 1 de septiembre de 2008

ME CAGO EN EL POZERO

Me acabo de hacer esta foto despues de 7 días en la cama pagando el "castigo" de mis "excesos".
Tuve ganas de escribir sobre esta historia de envenenamiento organofosforado que me ha tocado vivir.
Tuve ganas de describir con desgarro la desesperación que se siente cuando no sabes a quien acudir, porque por la ignorancia de la administración sanitaria, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Digo que tengo ganas de evitar los tóxicos, pero no a la administración, pero lo digo cuando me siento fuerte, porque cuando me siento enferma lo primero que quiero evitar es el despropósito sanitario que en este país se ejerce con quienes padecemos esta enfermedad: La SQM
Pero he de confesar que mientras perdía las fuerzas a base de litros de mierda que salían disparados por mi culo, mientras sudaba frío y me sentía morir sin poder retener en mi cuerpo ni un sólo trago de suero; mientras pensaba qué complicado me resulta todo porque no les da la gana de reconocer esta enfermedad, y con ella todos los venenos que nos venden, sólo pensaba en la cantidad de personas que mueren así por un maldito suero que nunca llega, o lo que es peor...por la maldita injusticia que permite que millones de personas no tengan un derecho fundamental: el acceso al agua potable.
Y que bien me viene aquí el cagarme en el Pozero. Yo, hecha, literalmente, una mierda, una mierda disparadora de mierda luíquida e irreverente, cagándome en un tío con nombre de Pozo, ese invento tan sencillo y valioso al que no tienen acceso millones de personas.
Y me cago en él porque tiene nombre de Pozo y quiere construir mamotretos en el desierto. Mamotretos donde regar y regar y seguir regando y exigir a la administración el derecho al agua porque a este señor le sale de los huevos ser un poco más rico. Aunque para ello haya que hacer trasvases que jodan la riqueza de las cuencas fluviales, desertize zonas, y las despueble... Me cago en todos los pozeros como este .
Me cuentan que además del viaje en avión ha cedido dos pisos, un par de sueldos de por vida y no se cuantas cosas más que ya ni escucho, porque yo me sigo cagando, que para eso estoy de cagalera. También me cuentan que la administración sí está haciendo muchas cosas, lo cual me alegra.
Yo también me hubiese dejado traer en su avión si en ello me fuese la vida, por supuesto que sí, pero ...qué triste que la administración provoque estos folclorismos y de pie a la caridad en vez de a los derechos.
Como me cago en la administración, me cago en el poCero, y me cago en todos nosotros que consentimos que mueran millones de personas cada día por un puto suero, o lo que es peor por unas gotas de agua potable.
¡Más Mierda!, si alguien la quiere, hoy estoy generosa...

jueves, 7 de agosto de 2008

Amor Perfeito Silvestre






Hacía tiempo que le habían regalado una muestra de una crema de de plantas medicinales, de esa casa que fabrica potingues naturales que dejan la piel lista para la caricias como ninguna otra marca. La había descubierto por sus sensibilidades químicas, pero si lo hubiera sabido antes... antes se hubiese bañado en ellas.


La sensación de estar envuelta por una piel suave, con el punto de humedad necesaria, no otro, es una de las mejores sensaciones de la tierra.


Siempre había tenido la piel preparada para el amor, pero las cremas que usaba no le proporcionaban la caricia que ella buscaba. Además,por temporadas, tuvo la piel cruficada por la alergía al níquel, y por ello aprecia mucho más lo que es disfrutar de un buen envoltorio.




Una tarde por fin llegó el tubito de la crema que había encargado a Sandra, su proveedora de alimentos y potingues naturales. Así que, en cuanto lo tuvo en la mano, y buscando esa sensación de placer que sólo había encontrado en aquella muestra de "pomada", aplicó una pequeña cantidad sobre su rostro. Prosiguió por manos y escote, sintiendo el placer de dar de beber a su piel, de dar descanso a su párpados, de suavizar sus labios hasta el infinito, y de sentir nacer, bajo la crema, un manantial de agua. Ásí de bien estaba cuando comenzó a sentir el olor del limón, y de algo tanto, o más, agradable, del que no era capaz de reconocer el aroma. Su ojos viajaron solos hacia el prospecto y comenzaron a leerle en Portugués:




Creme de plantas medicinais.


Tratamento reparador de peles agredidas


Rico em extractos de plantas, ese creme repara e protege as peles sensibilizadas, agredidas, ou estagadas. Os extractos de AMOR-PERFEITO SILVESTRE, de mácela, e de caléndula acalman e suavizan a epiderme.


Aquel olor que no había podido distinguir, y que ahora la embriaba de sensaciones de placer casi olvidadas, no era el de la manzanilla, o el de las caléndulas, era el del Amor Perfeito Silvestre que ella tanto deseaba.


De pronto comprendió porque aquella crema era la suya, porque calmaba y hacía alcanzar el punto de hidratación perfecto a su epidermis.




Amor perfeito silvestre en castellano no es otra cosa que pensamiento silvestre. Pero sólo entendiendo los dos idiomas podía alcanzar todo el significado.




Cerró los ojos y vió un hermoso jardín totalmente asilvestrado donde las plantas, reventadas de flores, bebían alegres de la crema que ella se había dado.



¡Ay!- suspiró, exhalando nudos- Mi razón y mi corazón siempre están invadidos por hiedras que me abrazan, que me enredan, y que dan a mi alma su aspecto asilvestrado.

Sonrió al darse cuenta que sus ojos gustan de leer de amor hasta en los prospectos.




El día que a las cremas les echen mariguana...no sé que va a ser de mí- Rió a carcajadas.




martes, 5 de agosto de 2008

PROMÉTEME


PROMET´S MOI


EMIR KUSTURICA



No estoy nada puesta en casi nada y menos en asuntos que tenga que ver con la cultura cinematográfica. Sé que me pierdo un montón de películas estupendas, como me pierdo libros y otras manifestaciones artísticas, simplemente porque mi efervescencia se apodera de mí y me lo impide. El curro, la magia de la luz negra, las láminas, la huerta, los amigos,los paseos, las dosis de piel con piel, las conversaciones por teléfono, y las cosas de la casa se llevan todo mi tiempo. Pero cada mes un paro forzoso y ciclotímico perdido,de entre tres y cuatro días, me arroja en la quietud del cuerpo. Así que las tardes y las noches, ya libre del arrastramiento por las tareas del curro, suelo emplearlas en buscar cosas que me hacen falta, o me sugieran en mis historias plásticas, y entonces es cuando tengo la necesidad de dejar descansar a mi cerebro y como mejor lo consigo es viendo películas.
Suelo preguntar a los que saben, y que yo considero con muy buen gusto, y difrutar mucho con sus títulos, pero aveces me aventuro y, sin saber muy bien cómo, ya que no tengo ni idea de directores, guionistas, etc, mis ganas de poesía y sonrisas detectan en los carteles , y en alguna frase volcada en las sinopsis, que el buen rato está asegurado. Pocas veces paro el play porque no me guste lo que he encontrado, pero en ocasiones, como ayer...me quede sin palabras.

Ayer buscando que ver online me encontre con PROMÉTEME. La carátula con cielo azul y carrera alocada no me decía nada más que esta peli no era americana. Ni siquiera me fijé en el director, ya que me lancé directamente a la sinopsis, y como me sedujo más que cualquiera de las otras que había leído hasta ese momento, simplemente me dejé llevar... ¡y cómo! el viaje resultó ser delirantemente poético y muy, muy placentero. El lirismo y el absurdo de Kusturica en una historia muy infantil, (pero no para niños, ya que el amor a las vacas y las gallinas de los mafiosos serbios no son aptos para los pequeños) , muy romántica y caminando todo el rato por los lindes entre lo sordido y lo divino: muy equilibrada, para mi entender.

Artefactos propios del Dr Bacterio, periscopios convertidos en "miroscopios" que acercan imagenes de enemigos y alegres tetas de profesora en explendorosa primavera . Mantos de nieve y fina hierba envolviendo el amor de un niño y un abuelo, en un pueblo donde reir y llorar suceden al mismo tiempo. Escenas de una belleza sin igual :
Un prado de un pueblo de montaña con tres habitantes, en él una alberca llena de manzanas flotando en ella, y en medio de ellas la cabeza de un niño sonriente al que su abuelo le está enseñando a verse como un adolescete; Empleados del gobierno que bailan como posesos dentro de su coche antes de caer en trampas de mortadelo; Mafiosos sin escrúpulos que quieren construir en Serbia las nuevas torres gemelas y a los que les encanta follarse a las gallinas y a las vacas ( la gallina vestida de dama de compañía ...impresionante)
La ternura y la belleza de los primeros besos que dejan sin respiración...(esto es ...buenísimo) El descubrimiento de la carnalidad en el propio cuerpo. Todo mezclado en un mismo lote, donde las cosas ocurren como en la infancia, cuando esta aún no te ha presentado la muerte.
Por momentos creí descubrir a Fresser dando alguna palmadita en la espalda a Kusturica, y viceversa. También reconocí al capo follagallinas como el primo chungo de Manquiña o de ... Carmiña, su inolvidable mujer en Airbag.

Un disfrute total, eso sí...recomiendo verla con el neurocortex amordazado y como mínimo atado a una silla, si no no os garantizo el disfrute, al menos de semejante modo.
Lo he pasado en grande, qué le voy a hacer...

Princesa de las manos escondidas: Toma nota de los somniferos de ese abuelo...

sábado, 2 de agosto de 2008

Déjate queré, mujé, mujé...





Esta portada merece una entrada para ella sola, pero hoy pega mucho con lo que te quiero decir...





- No te ha mentido, mujer, simplemente ha depositado el amor en otra y no ha sido capaz decírtelo.

Unos años atrás:

-¡Oh dios mio, de nuevo ese aleteo de mariposas en la boca del estómago, qué horror...!

Así lo vivías, siendo totalmente inconsciente de la invasion de fenitilamina (F.E.A.) que inundaba tu cerebro.

Esta sustacia tan preciada, (con un diminutivo que le pegan tan poco) como la mejor directora de orquesta del universo que es , comenzaba a dirigir la sinfonia de un nuevo enamoramiento.


Nada más alzar la batuta la dopamina había entrado en acción. El deseo, la necesesidad de sentir placer, la aceleración del pulso, la falta de apetito , la palpitación y las mariposas subiendo y bajando por el esternón.

-¡Oh dios mío, qué horror!- repetiste sabiendo que en cualquier momento entrarían el resto de miembros de la orquesta.
No sabías distinguirlos, pero sabías lo que sucedía cuando entraban en acción.

Norepinefrina. No es que sea una destacada solista pero aveces domina toda la situación. Siempre trae con ella a doña Exaltación, en la mayoría de las ocasiones ansiosa y anhelante como ninguna.

Oxitocina es la que siempre llega acabando de vestir de gala al nudista y silvestre deseo sexual, convirtiendo el sexo entre enamorados en el acto de entrega mas sublime y romántico que pueda vivir un ser humano. La misma que ata y envuelve con hilos invisibles a tórtolas y tortolitos.

Cómo es sabido, el resto de miembros de la orquesta acabaan siempre interpretando juntos aquella famosa pieza de tácticas y estrategias para que el otro no pueda vivir sin ti.


- ¡Oh que horror! si ya están todos aquí...! ya no tengo tiempo para nada más que para...desear que todos sus besos lluevan sobre mi. - Te dijiste, mirándote al espejo una tarde de febrero en que la luna seguía colgada del cielo llenando de esperanzas de plata aquela noche, como todas y cada una de las noches desde que te dijo que te amaba, y hasta el día que se despidió de ti.

Un leve movimiento de batuta y una oleada química haciéndote flotar, y perder la cabeza, y... el sentido, y ...la lucided.
-Y que bendita borrachera en sentir cuánto te amo y me amas. No sé que me da más placer decírtelo yo o oirlo en tus labios. -
Una nube de placer y gozo llenaba tus días de esa ilusión única y salvaje y ...repetible (aunque ahora no lo puedas ver así.)

El mundo convertido en un lugar amable y hermoso, con un sol que te alumbraba como ninguno, cuya intensidad sigue estando a años luz del resto de astros del universo.
Estrellas encendidas sólo para él y para ti.
Labios que se sólo conocían un camino.
Abrazos, que torpes, tropezaban hasta encontrarle.
Corazones desesperados que sólo encontraban descanso en la voz del otro, en la piel del otro, en el otro.
Sombras, perfectamente reconocibles, escapando de vuestros cuerpos con el único objetivo de seguir juntos por encima de cualquier inclemencia que os hubiese separado.
Tus ganas de besarle convirtiéndose en lluvia sobre sus paseos.
Deseo de cada centímetro de su cuerpo. Sexos en humedad perpetua.
Miradas que lo decían todo, y su voz ..meciéndote ante cualquier intento de instalarte en la desesperación.
Palabras que sin el enamoramiento no significan nada:
. "-En mí la soledad ya no tiene lugar, porque tu amor me acompaña siempre..."- Le dijiste más de una vez, porque eso sentías hacia él, como todos los enamorados de la tierra, y como tú sola, y ahora...
...ahora estas jodida como todas las abandonadas, aunque tú no sepas sentir rabia.

Lo habías disfrutado mucho, como nunca...porque él era otro loco de amor, y la entrega te resultó un camino de rosas, pero comenzó a estar distante, a esto, a lo otro, y lo de más allá, hasta el día que te dijo que ya no podía seguir a tu lado.

Lo supiste antes que él, pero creiste todas y cada una de sus palabras, porque nada os unías mas que el amor y no había ninguna razón para no deciros la verdad. Nunca imaginaste que te mintiese...

No te lo dijo ni cuando se lo preguntaste, ya lo sé, y eso es lo que ahora te escuece tanto.

-Yo era "el amor de su vida" y hoy es otra la que ocupa ese lugar...- Pero eso ya sabías que podía pasar y aunque te revuelva un poco , no es lo que te retuerce por dentro.

-En estos momento estará haciéndola tan feliz como me hizo a mí. Qué suerte tiene la criatura, de momento...- Piensas para ti. Y eso te duele, pero no te escuece. Lo que te escuece es que no te lo haya contado él, cuando se le llenaba la boca diciéndote que la mentira no tenía cabida entre los dos, porque nada os debíais. Ni papeles, ni nada que os atase más que la propia voluntad...

La vida es así, y aunque ya sabías que en el amor, la que hoy es una princesa mañana puede pasar a a ser, en el mejor de los casos, "aquella mujer que tanto amé";Y aunque ya eras consciente de que el grado de amor lo da el hoy (porque sabes de sobra que el hoy es la única realidad de un enamorado, ya que el juício está totalmente secuestrado) te sientes dolida y traicionada. Pero tienes que darte cuenta que un enamorado siempre siente el amor tal y como él te lo dijo: "Como nunca lo sintió" y que hoy lo vuelva a sentir con otrano hace de él un mentiroso.
Sé que ese no es tu reproche...

Hoy te duele y te escuece porque has vuelto a leer entre líneas las palabras de su nueva chica dirigidas a tu amor, y has reconocido en ellas todas las claves que tú usabas para decirle cuanto le amabas.
Son las mismas claves, para tí tan reconocibles e inequivocas, porque él fue siempre el que marcó la ruta posible, porque él es el que traza los lindes por donde podeis, o no podeis deslizaros las mujeres que os enamoráis de él.
Él pone las flechas a seguir y marca los senderos. Él es el que guarda sus espaldas y disfraza sus cobardías, porque él es... el adicto al amor. Y lo sabe, y lo cuida, y lo fomenta , y... no lo cuenta.

Él, aún no parándose a observar su química, ya ha encontrado la clave para su felicidad: cuando su F.E.A deja de tener un rendimiento óptimo la pone en busca de una mujer nueva, pero ni él es un cabrón, ni tú eres una princesa traicionada , porque todo tiene su justa medida.

El enamoramiento lo habita , y su fenitilamina está tan bien entrenada que en cuanto esta deja de trabajar al cien por cien, ella solita comienza la busqueda de la nueva mujer que la haga renacer.
Necesita vivir exaltado, obnubilado, prendido, y envuelto en la ensoñación del enamorado.
No es un capullo, ni es mentiroso, mujeriña, un poco cobarde, eso sí, porque no se atrevió a decirte que ya sus mariposas aleteaban por otra, pero es0 ocurre cuando eres un adicto al amor, como ahora supones que lo es él. Y un adicto al amor... la mayoría de las veces, además de sentirse inocente, se siente exclavizado.

Tú lo sabes, tanto o más que las demás. No te hagas mala sangre. Nada malo hay en ti...ni en él, aunque te yo dé la razón en que hubiese sido un amor mejor si te hubiese dicho que ya estaba empezando a colgarse de otra.
¿Por qué siempre joden más las mentiras que la verdad, por muy cruda que esta sea?

Ya sabías que dejó de querer estar contigo, incluso ya te habías convencido de que ya no está enamorado de ti, peeeero lo que de verdad te escuece hasta el infinito es descubrir que te había negado lo que tú habías intuído, y que hoy ya sabes con certeza que es verdad: Cuando te dijo adiós, ya le habían nacido mariposas por otra y no te lo quiso decir.
No te explicas su mentira...es normal, y te duele, y te escuece, y te indigna, pero no rompas a martillazos lo que te regaló durante esos años en que sintió todo ese amor por ti.
Un final no es toda la historia, aunque aveces la reduzca al absurdo, pero es que el enamoramiento si algo tiene es que es absurdo, y si es sincronizado, maravilloso.
La verdad es que bien podía haber evitado todo es te rollo, porque lo único que te quería decir hoy es que cuanto antes comprendas la química del enamoramiento antes digeriras, y antes se te pasará el dolor.

El chocolate tiene fenitilamina...pero mejor es dejarte querer. No seas tonta mujer, sabes que te esperan, con dulzura, ternura y admiración ( ademas de con otras obviedades)

"Déjate queré, mujé, mujé..."

Las caricias, las palabras de amistad, incluso los halagos y el deseo que despiertas en tu amigo te ayudarán a librarte de tu propio secuestro emocional.

Tú no estás mintiéndole porque él sabe de sobra como estás, y aún así quiere estar contigo, y quien eres tú para juzgar si la orquesta que tiene montada no le deje ver la cruda realidad...porque...¿Qué es la realidad?
¿Que tú sigues enamorada de tu chico, pero desencatada y jodida y con ganas de arráncartelo del corazón?
¿Qué llevas meses organizando tu vida sin esperar ninguna vuelta, o arreglo, o lo que sea, y volviendo a vivir como una soltera?
Pues eso mismo que tú sabes, también lo sabe tu amigo ...y parece animarle más que fastidiarle. Hasta ahora no tenía ninguna posibilidad y ahora puede que tenga alguna...Esa , imagino que es su verdad.

No te sientas culpable, tú no mientes a tu amigo, le estás diciendo la verdad y él quiere estar a tu lado hasta donde tú le dejes y con todo el respeto del mundo...¿quién da más?
No sería yo quien se lo impidiese...a no ser que viese que le podría hacer mucho daño, pero no lo parece y grandes amores han nacido así, (aunque no sea ni tu estilo, ni el mío)
Anda, abre la puerta para que tu orquesta se ventile y deja entrar a Macaco, al menos un rato y...
"...Con la mano levantá"
al pasado le digo adiós
y el futuro que vendrá
dicen que pende de un hilo
y el presente aquí contigo
mano a mano .
oye mi hermano
disfrutar camino..."
Deja de pensar en la mentira que te contó tu chico y... disfruta el camino que se abre para ti sin él .
No quiero volver a escribr de amor y desamor durante bastante tiempo, me resulta cansino ¡que le den por saco a las penas y a esas frases que caen en tus manos sobre reencuentros y ... cosas así! , pero es que ...todo esto quería decirte.

Besos, en el centro de todas tus penas de amor.