lunes, 29 de septiembre de 2008

Esa música me transporta







Sin ti no soy nada...


De amor y desamor




"Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.


Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.


Hasta te creo dueña del universo.


Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,


avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.




Quiero hacer contigo

lo que la primavera hace con los cerezos..."



- Pablo Neruda -







Pero sólo eran eso: palabras de poeta enamorado....
y una certeza intempestiva se cruzó entre ella y sus deseos, y al fin entendió que en el amor, como en todo, manda la "climatología".
El fruto maduro de su cerezo había quedado atrapado por el hielo de un invierno nacido a destiempo.


"Cuando las flores tenían que haber preñado sus ramas de pétalos,

Cuando los pájaros tendrían que haber construido sus nidos sobre su ondulado pelo.

Cuando la única luz posible, verde y ambar, tendría que haber nacido en sus miradas.
Cuando el susurro del bosque cesaría para llenarse de te amos, y reinas y lacayos del universo.

Cuando la lluvia tendría que haber caído sobre su piel cubriéndola con su traje de besos...

Entonces comenzó a helar súbita, e implacablemente".




- El desamor siempre nace a destiempo del ser abandonado, pero hasta las cerezas heladas son hermosas. -se dijo, sumergiéndolas en su chupito de ron, justo antes de disponerse a besar otra boca.

- Al fin puedo decirle adiós al poeta enamorado - suspiró mientras cerraba los ojos y el engaño de un viento primaveral recorría sus inviernos.

Para Fernando


Para que te sientas en casa, en tu ría, con las "fungonas" dispuestas para la salida.
El mar es tuyo, la arena y los pinos son mios. Así nos va de bien.
Una imagen vale más que todas las palabras del mundo, pero ellas son mi mar, y yo navego sobre ellas escuchando cantos de sirenos que me impiden marchar. Pero hoy, ya antes de leerte, me habían entrado unas ganas locas de colgar algunas imagenes con muy pocas palabras. Así que te las dedico.
Esta foto es preciosa, espero que no me riña tu amigo.
Besos en el cuore.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Paraísos perdidos y hallados pero, que sea contigo.

Escondido te quiero.

Difuminado en la luz del otoño que te baña, aguardando a que yo pueda.

¡Y que nadie entre en ti jamás, como yo lo he hecho! ¿O quizás si...?

Creo que sí, porque sólo puedo desearte lo mejor...aunque sólo seas un molino.

Acabo de dejar una reseña de excelencias, y , mientras lo hacía, mis recuerdos se volvían verde cristal ojos de Alberto, marcando el camino al dibujo de aquella cara de circunstancias y espera de fontanero... y de risas. De pronto volvió a surgir entera la conversación aquella, de la que yo tanto sabía: flechazos, niños a los 23 años, parejas que a veces, cuando sale el sol y tú quieres selva y el otro no, llegan a confundirse con manuales de pedagogía...a parte de con culos quietos...que te frenan, porque tú te empeñas en disfrutar con ellos y de ellos.
¿Y esas ganas de comerte el mundo junto a tu amor...mientras tu amor prefiere comer galletas y libros en el sofá de tu casa? ¿qué puedes hacer con ellas? ¿Y esos golpes contra las paredes de la vida de pareja? ¡Qué pereza ser tan joven! - pensé...

También me invadió el murmullo de la transparencia húmeda del agua, bajando junto a la casa en forma de pequeño río, o como diría la gran poetisa: regato pequeno, fabricando un envoltorio de tranquilidad impagable. Resplandeció en mi mente el sabor de la intriga de José Carlos Somoza y el espesor de la realidad onírica de Millás. Aparcados durante meses, esperando la hierba y el agua, en el lugar preciso donde la única cobertura existente es la que el otoño regala a la tierra con su edredón de hojas.
Volví a sentir que estaba allí, sentada, libro en mano. Viendo las carreras y el disfrute de mi niño trotando por la hierba tras su blanco conejo, o intentando pescar imágenes, de todo aquello que él considera hermoso y fascinante, llenando mi cámara de helechos, agua, flores y cielos rotos por las ramas de los árboles o las nubes.
Me gusta como mira este niño hacia el mundo...

La fashion decoración, tan inspiradora de delicathessen para mis chicos, me llevó a los colores de la mesa: amarillo revuelto de boleto recién cogido; verde crema de espinacas y puerro con camembert; Blanca crema de queso azul , sobre rojísimo tomate del vecino...
Y en ésto estaba cuando llegué al postre del día 21. Yo tenía compota de pera, y vosotros arroz con leche, pero tú dijiste que no valía, que en el 23 aniversario de una boda eso no servía, y me pediste que me subiera a la mesa y te diera tu postre.

Si tu fueses un novio, un marido, o un amante, esto sonaría muy, muy, porno. Porque si alguien a quien yo amo me pidiese el postre como lo hiciste tú...descubrirías porque sólo quedaban tres bombillas en aquella pedacho lámpara.
Pero no, tú me pediste lo mejor que me puede pedir un amigo al que llevo queriendo desde hace ...¡¡¡¿33 años?!!! Me pediste lo mejor que nadie me puede pedir: que me vuelva loca, que tire a la basura toda la compostura(que apenas poseeo, es verdad) y que disfrute del amor que me tengo y te tengo y de la locura que me gusta sentir. Y yo...yo no puedo negarme, siempre que tú seas el instigador y el público, claro.

No sé si sabes lo que siento a tu lado, pero es que ya lo dicen hasta las abuelas: es que un amigo es un tesoro, aunque a mi me guste más decir que un amigo es como un sofá...lleno de cojines blanditos y rincones secretos.
En esta foto sólo se intuye cuánto me gusta estar a tu lado.
¡Quiero más!





"Mama comprame unas botas, que las tengo rotas, de tanto bailar..."

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Algo le pasa al blog


No me deja corregir mis fallos de escribir a toda prisa...

Necesito escribir en medio de lo que sea, en medio del calendario del siguiente semestre, de la contabilidad, de la búsqueda y captura de resguardos bancarios del 2006 para la puta subvención, y del montón de llamadas de programadores y novias. Necesito escribir mientras me llaman mis amigas, mientras mis socios de sueños me cuentan como les ha ido el día y mi amigohermana busca casas donde escapar juntos. Y lo hago, y lo subo y luego lo quiero corregir...y este capullo de blog no me deja. Siete intentos antes de cenar , pues que te den blog, que me piro al río.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Va por ti


Yo tenía 33 años rubios, de bote y sol , y flacos, de inclemencias afectivas, y tú, como mucho, andabas por los veinte. Me había fijado en ti porque siempre te dejabas ver y porque tenías un aire a chico guapo de mi barrio... o eso creía.


Me habías visto llegar, día tras día, aparcando con mi estilo de montaaceras a la que su adicción a la música de Bruce se le escapa por la ventanilla, delante del único bar del paseo marítimo.

Me habías visto sonreír y hablar con casi todos tus vecinos, incluída tu madre. Habías estampado tu firma en el documento, después de que tu madre te sacáse de la cama a las dos de la tarde del día anterior, y te riñese por hacerme esperar, sabiendo que necesitaba tu firma para acabar mi trabajo en tu casa.

Te habías fijado en mí , y yo también me había fijado en ti. En tu andar chulesco, en tus camisetas sin mangas, en tu moreno de batea, y en como te sentabas a tocar la guitarra orientando la silla para verme por donde yo pasaba. Claro que me había fijado en ti. cómo no hacerlo si estabas en todas partes. Mira que chaval más majo - pensé. Tiene aire de palaveano. Pero tu casa es azul y blanca, y tu calle huele a sal, y tu piel lleva la huella del mar, y eso no era tan común en mi barrio.

Eran las tres de la tarde, a pleno sol de un mayo de 37 grados. Estrenaba piso , miedos e ilusiones de nueva soltera. Llevaba caminando desde las doce, rechazando las insistentes y amabilísimas invitaciones de tus vecinos, para comer y tomar café, porque quería acabar la jornada pronto. Había a ceptado el agua fresquita de los pozos, pero ya llevaba más de una hora sin beber. Pasé por delante de tu puerta y estabas sentado a la sombra. Comenzaste a beber del botijo sin apartar de mí tu mirada, y yo seguí calle abajo hasta el único bar del paseo. Entré directa a la barra y pedí una botella de agua, una cocacola y una cerveza.

El chavalito del bar me sirvió el agua y me dijo que me pondría el resto de las bebidas cuando llegasen mis acompañantes para que no se calentasen...Le dije que me las pusiese ya, y por el órden en que se las había pedido. Me bebí el agua de golpe, la cocacola casí sin pestañear, pero saboreando toda el azúcar que mi cuerpo necesitaba, y dejé la cerveza para el final , para paladearla bajo la sombra de parra del patio de atrás mientras me comía las tres tapas que el joven camarero no se había atrevido a ponerme y que yo le requerí. Insuperables mejillones en salsa estilo vilaxoan, tortilla de patata y guiso de macarrones con carne. Ya veo que no tienes miedo a engordar, me dijo, y le conteste que caminando cinco horas al día bajo el sol, eso era imposible.

Cuando entraste miraste las botellas sobre la mesa y la colorida fila de manjares que me estaba zampando y comenzaste a escrutar todo el local a ver donde estaban los otros bebedores. No había, rápidamente se encargó de contártelo tu amigo desde el otro lado de la barra.

Os miré como perdonándoos la vida por vuestra inexperiencia. Me preguntaste sí seguía teniendo sed, y yo te contesté que ya no. El camarero me dijo que nunca había visto a nadie beber como yo lo hacía. Le dije que yo tampoco, pero qué cuándo se había visto un 7 de mayo de tanto calor. Quizás los haya, pero yo nunca había salido a trabajar a esas horas caminando de casa en casa.
Fumé un par de cigarrillos y eché un vistazo a los periódicos. Mientras fuí al baño, tú ya habías desaparecido. Volví a colcarme la mochila a la espalda, cogí la carpeta y el boli, me puse mi sombrero de paja y seguí la ronda hasta las 16.30. Ahora me tocaba recoger impresos firmados por detrás de tu casa. Estaba hablando con una de tus vecinas cuando te ví subido a la silla, con la guitarra colgada de la espalda y medio cuerpo metido por la ventana de la que supuse tu habitación, y entonces ...entonces me hiciste aquel regalo.

No Surrender (luego fueron más) sonó a todo volumen. Tú te sentaste, apoyaste los pies sobre el muro que delimita tu tierra con el camino que yo seguía, y levantaste tu mano haciéndome los honores. Tu gesto de "va por ti", me hizo sentir la mujer más afortunada de la tierra.
Eran sus camisetas, eran sus brazos, era su mandíbula, era su manera de caminar, eras un Plago del grupo 14, eras Bruce. También eras yo, si hubiese nacido niño en Vilaxoán y aún tuviese no más de 20 años .


Hoy pasé por delante de tu casa, te recordé y te imaginé con 10 años más y en mi mente nació esta foto. Va por ti.

lunes, 1 de septiembre de 2008

ME CAGO EN EL POZERO

Me acabo de hacer esta foto despues de 7 días en la cama pagando el "castigo" de mis "excesos".
Tuve ganas de escribir sobre esta historia de envenenamiento organofosforado que me ha tocado vivir.
Tuve ganas de describir con desgarro la desesperación que se siente cuando no sabes a quien acudir, porque por la ignorancia de la administración sanitaria, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Digo que tengo ganas de evitar los tóxicos, pero no a la administración, pero lo digo cuando me siento fuerte, porque cuando me siento enferma lo primero que quiero evitar es el despropósito sanitario que en este país se ejerce con quienes padecemos esta enfermedad: La SQM
Pero he de confesar que mientras perdía las fuerzas a base de litros de mierda que salían disparados por mi culo, mientras sudaba frío y me sentía morir sin poder retener en mi cuerpo ni un sólo trago de suero; mientras pensaba qué complicado me resulta todo porque no les da la gana de reconocer esta enfermedad, y con ella todos los venenos que nos venden, sólo pensaba en la cantidad de personas que mueren así por un maldito suero que nunca llega, o lo que es peor...por la maldita injusticia que permite que millones de personas no tengan un derecho fundamental: el acceso al agua potable.
Y que bien me viene aquí el cagarme en el Pozero. Yo, hecha, literalmente, una mierda, una mierda disparadora de mierda luíquida e irreverente, cagándome en un tío con nombre de Pozo, ese invento tan sencillo y valioso al que no tienen acceso millones de personas.
Y me cago en él porque tiene nombre de Pozo y quiere construir mamotretos en el desierto. Mamotretos donde regar y regar y seguir regando y exigir a la administración el derecho al agua porque a este señor le sale de los huevos ser un poco más rico. Aunque para ello haya que hacer trasvases que jodan la riqueza de las cuencas fluviales, desertize zonas, y las despueble... Me cago en todos los pozeros como este .
Me cuentan que además del viaje en avión ha cedido dos pisos, un par de sueldos de por vida y no se cuantas cosas más que ya ni escucho, porque yo me sigo cagando, que para eso estoy de cagalera. También me cuentan que la administración sí está haciendo muchas cosas, lo cual me alegra.
Yo también me hubiese dejado traer en su avión si en ello me fuese la vida, por supuesto que sí, pero ...qué triste que la administración provoque estos folclorismos y de pie a la caridad en vez de a los derechos.
Como me cago en la administración, me cago en el poCero, y me cago en todos nosotros que consentimos que mueran millones de personas cada día por un puto suero, o lo que es peor por unas gotas de agua potable.
¡Más Mierda!, si alguien la quiere, hoy estoy generosa...