sábado, 31 de enero de 2009

Chau número tres. 25 years ago.25 years later.



Escribiría veintemil cosas de lo mucho que pasamos juntos, de cómo te quise yo, de cómo me quisiste tú, y de la culpa que tú tienes de lo mejorcito que tengo yo.

Plantaría un árbol en el que fuese creciendo una página por cada día vivido contigo, y lo regaría cada mañana, esperando que una vez maduras y convertidas en buena prosa (o al menos a la altura del relato que mereces) se entregasen al viento , y así, desprendidas y desperdigadas por el mundo, pudiesen llegar a las personas que más quiero, y que no te han vivido, para poder ofrecerles el mejor de los regalos: conocerte.
Pero...
Rescato tu regalo y lo muestro en este espacio acotado y reducido, donde guardo mis "conmociones" y relatos, y donde muy poquitos ojos las ven.

Gracias.


Chau número tres


Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres

sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro

te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota

te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía

pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono

estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos

estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra

estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen

y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirandoté.

jueves, 29 de enero de 2009

Mi niño grande




Estoy feliz porque sé que te va a venir muy bien, porque sé que vas a disfrutar y sobre todo por lo mucho que vas a descansar de sentirte hijo, a pesar de lo bien que nos va. Pero te voy a echar de menos tanto que "te despido" con la emoción bañando mis ojos.

Eres la persona que produjo en mí el cambio más espectacular de mi vida. Tenía los mismo años que tú tienes ahora cuando el centro de mi universo mudó de mi ombligo al tuyo. Era tan pequeña y tan grande como lo eres tú hoy cuando me enamoré de ti para siempre. ¡Con el miedo que eso me daba!
Ni te pedí permiso, ni me lo pediste tú a mí. Apareciste en mi vida de enclenque independiente y enamorada haciendo tambalear todo mi universo. No tenía ninguna gana de ocuparme de nadie, ni lo pretendía, ni sabía.

Tu embarazo fue tan extraño como toda yo, y tu parto el más duro que pudiese imaginar, y aún así, con un costurón que les llevó dos horas remendar, una gasa olvidada por mi destrozado útero, los brazos tan hinchados que no podía plegarlos, sin apenas hierro, y con la tensión arterial por los suelos, salí del quirófano diciendo: "No fue para tanto", sólo porque por ti... todo vale la pena.

Desde que te sentí dentro de mí te amé, pero en cuanto te vi...¡oh diosss, tus cuatro kilos de niño me volvieron loca! No podías ser más bonito , de verdad, a pesar de la cabeza de pepino que te dejó por unas horas el fórcex.

No lloraste ni al nacer. Respiraste perfectamente, cómo si llevases siglos haciéndolo, igual que te pusiste a conducir, o a manejar aparatos de sonido, o a cubrir de madera las paredes... cómo si llevases siglos haciéndolo, repito.
Siempre dices que para saber hacer algo sólo te hace falta mirar cómo alguien lo hace.

Aquel primer día de tu vida, tus ojos, siguiendo mi dedo en tu cuna de cristal, fueron el anticipo de la gran comunicación que tendríamos sin utilizar ni una sola palabra. Yo pensaba en silencio y tú me contestabas en alto, jajajaja, incluso tenemos testigos.
Todavía hoy, sólo con verte, sé cómo y qué cosas andan por tus adentros.

Ya sabes de sobra a cuantos bebés cuidé y besé, pero contigo el amor y la locura se multiplicaron por cifras imposibles de ser escritas.
Contigo aprendí a ser mamá, a dar la teta, a cocinar, a babear, a pelear con tu padre (nunca habíamos discutido antes, jajajajaja) a ducharme con la puerta abierta y el niño en el pasillo, a mecer el serón mientras hacía cualquier otra cosa, a cocinar mientras dabas solo tus primeros pasos de mis piernas al pasillo, y vicerversa. Además aprendí otra cosa por muy increíble que te parezca: a andar, porque antes de ti iba corriendo a todas partes.

Contigo aprendí a decirle no a mis padres y a quien se pusiese delante a defender lo indefendible. A ser una madre segura y disfrutona a la vez que temblaba con cada una de tus fiebres.
Contigo aprendí a dormir como los delfines, a proteger a mis cachorros como una loba, a dejarme montar como un caballo, o como un coche jajajajaja,( me río del efecto mariposa que esto tuvo en la llegada de tu hermano mediano) a leer libros dentro de tu parque, e incluso a dormir la siesta, de nuevo embarazada, dentro de tu cuna.
Contigo aprendí lo que una madre quiere a un hijo, lo que un niño quiere a una madre, y de una madre.

No echo de menos nada porque sigues estando y porque cada etapa de tu vida trae pegadas un montón de cosas hermosas que nos toca aprender a la vez, pero ya sabes cuánto me gusta ejercitar mi memoria. Y acudidiendo a esta veo llegar revoloteando como pájaros:

Mis besos por tu cara, recorriendo a pasitos el trocito que iba desde la oreja a la comisura de tu boca, mientras tú te chupabas el dedo.

Las palabras escritas con mis dedos por por tu espalda cubierta de crema: Liiiiiin-do, pre-ciooooo-so, te quiiiieee-roooo, Al-foooon-so, maaaaaa-má.
Los mordiscos en tu culo, los masajes en tus piernas y la cara de risa que se te ponía cuando llevaba mi boca a beber las gotas de agua prendidas de los dedos de tus pies tras el baño.

Mis caras de ¡OHHHHH! que te hacían reir aunque estuvieses llorando.

El Cotton Club entero bailado sobre mis brazos en cutrelandia, mientras papi estudiaba y madrugaba tanto que caía dormido sobre los libros.

La odisea que era llevarte conmigo y pretender comparme un sujetador, o cualquier prenda de ropa que me hiciese quitarme la parte de arriba, sin oirte gritar en el probador: TEEEEEETA, TEEEEEEETA y el posterior destete que tú decidiste con tu: "¡Buaggg, caca!". (Siempre creciste así, de la noche a la mañana, e incluso de la mañana a la noche, sin más y de repente.)

Lo loro y filosófo que eras: "el univelso está loco" "y el más pequeño de los selditos, poco amigo de tlabajá y mucho de diveltilse..." y el gran escuchador que eres ahora.

Lo poco que te duraron los celos ¿dos días? jajajajaja y la paciencia que siempre tuviste con tu hermano.

Tu tiendita de ¿qué quelía? y lo buen músico que fuiste desde bien enano. Y aquel "Soy el Sr Carrro, soy Carro" que gritabas llorando desde la ventana los miércoles que trabaja por la tarde y no querías que te dejara.

Lo bien que aprendiste a leer "sin mirar" y lo poco que me tuve que ocupar de tu vida académica.

Lo buen amigo que supiste ser desde bien pequeño y lo mucho que sabes disfrutar de la gente.

Y dando un salto vertiginoso en el tiempo, me voy a las noches en que te recogía después de cada concierto.
Si es que empezaste a ser artista con trece años, un violín chino, y una mamá loba que tenía un Patrol y pensaba que tenía un tanque, y por eso se iba sola en medio de la madrugada a rescatar de las garras de temporales y carreteras, con zumbados dentro, a su cachorro.

Las Salomon que te compraste trabajando en la vendimia.
Tus múltiples oficios de adolescente: Hombre anuncio, panadero de roscas de pascua, vendimiador de uva albariña, camarero de verano, desescombrador, repatidor de publicidad y de electromdomésticos...además de violinista mercenario.
Y seguro que me olvido de algo.


¡A patatá! : a plantar
¡a bajajá! : a bajar
¡a subebé! : a subir
¡a vitití! : a vestir
¡cojo, cojo, cojo! ¡cojéme!

Tendría que haceros un diccionario a cada uno.

Y aquella noche de San Juan, en la que aún te faltaba un mes para cumplir los dos años, y me dijiste, subiendo hacia casa en mis brazos y con tu cara pegada a la mía: !Mamá, nunca me olvidalé de lo que te quielo esta noche de tantas estlellas!jajajajajaja. Te comí a besos. Menos mal que dejé un cacho que siguió siendo tú.


Así, recordando, podría estar hasta mañana, e incluso hasta el año que viene, jajajaja.
Recordando los pasos que dimos juntos, tú de hijo y yo de madre, pero voy a dejar de hablar y voy a colgar un vídeo de mi niño grande, ya barbudo e igual de precioso y lindo , y su colega de piso.

Este vídeo me gusta mucho, no por la pieza, ni por el escenario...si no porque tú y Nando sigáis tocando hasta en el descanso.

Menuda madre te ha salido que en vez de colgar tus célebres actuaciones cuelga un vídeo en un vestuario germano, pero es que de tal...hijo, tal madre y viceversa.

En honor a Alfonso y Nando en su nueva aventura.
También en honor a Milla para que siga comiendo :-)

martes, 20 de enero de 2009

Polly Come Home - Robert Plant & Alison Krauss



No importa lo que la letra cuente , la música me llega así, pero en medio de lo que me hace sentir hay una frase que dice "Spread your wings to the wind" ...que siempre pega mucho, pero aunque la letra dijese sólo ummmm ummmmm ummmm, ya me gustaría.

Gracias.

Obama



Hace semanas que me mandó esto Concha, (ella no sabe de este lado mío tan lila) lo guardaba para el día de hoy, el día de la esperanza...

En realidad se lo quiero dedicar a Alfonso +Qñana, el hombre que en su corazón alberga la esperanza hecha posibilidad, la posibilidad hecha carne, y la carne hecha sonrisa, y a su viaje Hondo Hondureño.

Sueños de paz y sostenibilidad en esta entrada de 20 de enero de toma de posesión de Obama.
No creo en las varitas mágicas si no en las personas que hacen lo que creen.Y me gusta lo que cree Obama.
La esperanza me la da saber que tantas personas quieren el cambio. Un cambio en el que la sanidad, la educación, la paz y la sostenibilidad vuelven a contemplarse como derechos posibles y en el que un negro, por muy guapo y elegante que sea el negro, va a dirigir nuestra Roma.


Dejo aquí pegadas las sabias palabras de Saramago dedicadas al día de hoy.

"A Martin Luther King lo mataron. Cuarenta mil policías velan en Washington para que hoy no le suceda lo mismo a Barack Obama. No le sucederá, digo, como si estuviera en mi mano el poder de conjurar las peores desgracias. Sería como matar dos veces el mismo sueño. Talvez todos seamos creyentes de esta nueva fe política que irrumpió en Estados Unidos como un tsunami benévolo que se va a llevar todo por delante separando el trigo de la paja y la paja del grano, talvez sigamos creyendo en milagros, en algo que venga de fuera para salvarnos en el último instante, entre otras cosas, de ese otro tsunami que está arrasando el mundo. Camus decía que si alguien quiere ser reconocido basta con que diga quien es. No soy tan optimista, pues, en mi opinión, la mayor dificultad está precisamente en la indagación de quienes somos, en los modos y en los medios para alcanzarlo. Sin embargo, ya sea por simple casualidad, ya sea a caso hecho, Obama, en sus múltiples discursos y entrevistas, ha dicho tanto de sí mismo, con tanta convicción y aparente sinceridad, que a todos ya nos parece que lo conocemos íntimamente y desde siempre. El presidente de Estados Unidos que hoy toma posesión resolverá o intentará resolver los tremendos problemas que le esperan, talvez acierte, talvez no, y algo de sus insuficiencias, que ciertamente las tendrá, se las tendremos que perdonar, porque errar es propio del hombre como por experiencia hemos aprendido a nuestra costa. Lo que no le perdonaríamos jamás es que llegara a negar, deturpar o falsear una sola de las palabras que ha pronunciado o escrito. Podrá no conseguir establecer la paz en Oriente Próximo, por ejemplo, pero no le permitiremos que cubra el fracaso, si tal se produce, con un discurso engañoso. Lo sabemos todo de discursos engañosos, señor presidente, mire bien donde se mete."

By José Saramago

martes, 6 de enero de 2009

sacudiendo mi mundo




No estoy bien, eso está claro. Mi cuerpo me agota y yo agoto mi cuerpo, aunque quizás se ponga en huelga porque necesita hacerlo. No me extrañaría nada.

El caso es que apunto de volver a la verticalidad vislumbro los días próximos con una de mis composiciones visuales, como siempre.

He estado entretenida, he visto mucho cine, he leído bastante y he escrito un poco, pero sobre todo he estado sin ocupar mi mente en de todas esas cosas que tanto peso están teniendo , muy a mi pesar, en el discurrir de mis días.

Y como siempre mis conclusiones llegan de forma visual mucho antes de que mi cerebro hile con collares de palabras mis decisiones y aciones, voy a dejar aquí pintado lo que me está pidiendo el cuerpo.


Me veo acercándome a una palmera en la que hay demasiados cocos, pesados y ásperos cocos. Cocos que sacan cartas para un juego al que yo no quiero jugar. Una carta tras otra, todas envueltas de tortuosas afectividades y sinuosos compromisos de los que ya no contemplo en mi vida desde hace muchísimo tiempo. Cartas que además borran mi ilusión de crear para disfrutar , para compartir ilusión y sentirme más viva, más María, más libre.


Además otros cocos que no he sacudido desde hace tiempo, pero que yo he regado con mi pereza, están haciendo que mi palmera se vuelva tan pesada que ya no pueda mover sus hojas para regalarme la brisa del viento.


No planté mi palmera para que se rompa con pesos de los que ya he librado mis batallas y que no deseo en ninguno de mis presentes, no, la planté para dejar crecer la calma que me da su sombra y los cantos de sus pájaros y para que la visiten toda suerte de seres que han decidio aorender a no llevar cuentas de toma y daca.


Así que esta semana espero tener el cuerpo preparado para sacudirla y dejarla limpia, y mientras te lo cuento me dices, no sé si con amor o miedo, que por si acaso te agarrarás fuertemente al tronco.


Hazlo por favor, lo necesito, que estoy que lo tiro todo y lo mismo me quedo sin lo bueno de lo bueno, que ya sabes que cuando se me da por sacudir mi mundo a veces sacudo todo lo que pillo en medio.